Mi esperanza está arriba

Mi esperanza está arriba.

 

Es increíble como una semana pasa demasiado rápido, y las letras hacen que la mente se nutra y el alma se deleite, esta semana continué con la lectura del libro del autor “John Lennox”, “¿Dónde está DIOS en un mundo con coronavirus?, y es inevitable no sentir como el autor nos habla a través de la palabra de DIOS y como lo hace con racionalidad, lógica y siendo concreto con cada idea sin fanatismo e incluso fantasía o religiosidad.

Sabemos que en tiempos de crisis buscamos esperanza, algo que me llama mucho la atención es que Lennox, nos habla no sólo a través de la palabra de DIOS o de su opinión personal, sino también con citas concretas que nos hacen entender mejor el mundo y se entiende que todo ello es verdadero por la utilidad de diversas fuentes y periódicos a lo largo de su libro, como por ejemplo, en el que cita a un artículo de “New york Times”,del 10 de marzo de 2020, el periodista italiano Mattia Ferraresi escribió lo siguiente:

“El agua bendita no es un gel antibacterial y la oración no es una vacuna... Pero para los creyentes, la religión es una fuente esencial de sanidad espiritual y de esperanza. Es un remedio en contra de la desesperación, pues provee una ayuda psicológica y emocional que es parte integral del bienestar. (También es un antídoto para la soledad, algo que varios expertos médicos señalan como uno de los problemas de salud pública más preocupantes de nuestra época, un nivel más profundo, la religión, para los fieles, es la fuente suprema de propósito. La afirmación más pro funda de toda religión es que puede darle sentido a todo lo que existe, incluyendo —y tal vez especialmente— a las circunstancias caracterizadas por el sufrimiento y la tribulación. Si tomas esos postulados con suficiente seriedad, todo lo que no sea parte de un propósito mayor comienza a perder valor, incluso la salud física”, eso fue lo dicho por el periodista dentro de su artículo, y es claro para los creyentes este es un momento fundamental y sobre todo crucial porque nos envuelve en lo que pasa al mundo pero sobre todo nos saca lo que somos en verdad, pero, ¿A qué me refiero?, lo que trato de decir, es que, muchos piensan que fue un experimento mal cuidado o hasta saboteado, que es un castigo divino o que es el fin del mundo, yo pienso que esto es un nuevo estilo de aprendizaje, que nos está enseñando y nos está ayudando, porque seamos sinceros, nunca se ha visto que estemos encerrados tanto tiempo en una casa con nuestras familias, que aprendamos verdaderamente el significado de que “Todos somos iguales”, que ahora saludemos con el codo y que estemos tan pegados a la noticia y le demos el verdadero valor a la ciencia, más que la política, mucho más que a nosotros mismos, porque trabajando juntos es que salimos de esto.

 

El coronavirus nos confronta con el dilema del dolor, y a partir de esto es donde me doy cuenta que Lennox busca hablarnos y no responder de forma simplista, sino más bien que todos interactuemos entre todos, ahora vemos que las catedrales, los templos y los lugares físicos se han visto quebrados, aislados o en ruinas, pues ya no hay nadie que los visite, y es por eso que muchos dicen que la iglesia se acabó, yo más bien digo que DIOS ve esto y da la oportunidad para que en cada casa y en cada hogar exista, crezca y se nutra un nuevo templo, así mismo, es muy cierto lo que dice Lennox dentro del libro “También soy consciente de que hay personas que optan por una perspectiva escéptica o agnóstica. Pero nadie es escéptico o agnóstico en cuanto a todo”, y es muy cierto todos creemos en algo, también el autor hace claridad que es cristiano y que del puede explicar y aportar algo en cuanto al papel de DIOS en todo esto.

Por último quiero citar una frase del libro que me tocó el alma: ”Tal vez estarás de acuerdo conmigo, o tal vez no. Pero espero que al terminar de leer este libro entiendas por qué los cristianos somos capaces de hablar confiadamente sobre nuestra esperanza y tener una sensación de paz, incluso en un mundo de incertidumbre en el que de repente la muerte está más cerca que nunca”, y es que es muy cierto hay que tener esperanza, aprender a debatir, pero sobre todo a escuchar a DIOS, porque sé que el nos habla en estos tiempos de coronavirus, pero recuerden aunque tenga corona y sea el rey de los virus, DIOS es el rey de reyes y señor de señores, el que hace viva mi esperanza.

Karol Restrepo 11-2