El Colegio en imágenes y las imágenes en palabras

Descubrir lo que nuestros ojos no ven porque se acostumbraron a divagar por los espacios sin sentirlos, sin habitarlos realmente, fue el ejercicio que con cámara, o mejor, con celular en mano hizo el grado noveno. Ellos lograron captar imágenes que dieron cuenta de ese "otro" colegio que no miran, que no viven pero que está ahí, para luego convertir esas imágenes en palabras que dieran cuenta de un sentir.

Disfrutemos algunos ejemplos:

¿Realmente sucedió?

 

Desperté y allí estaba, no lo podía creer. Ese mismo día había estado con mis compañeros de clase en lengua castellana, no había prestado atención a nada de lo que mencionaba la profesora, creía que no me serviría para nada en la vida, decidí dibujar el retrato de mi pareja ideal, en el dibujo no era lo que tenía en mi mente, puesto que en ella se veía más nítida y con menos tachones en toda su cara, en el dibujo no sentía lo mismo al verla, todo lo que imaginaba era tener una familia con ella, al llegar a mi casa todo era igual, mi madre estaba en la cocina calentando la comida para servírmela, inmediatamente me dirigí a mi habitación desilusionado al saber que mi esposa imaginaria jamás podría ser tangible y nunca podría salir de mis pensamientos. Al estar echado en mi cama, lo único que podía hacer era echarme una siesta, pero estaba demasiado hambriento para hacerlo y decidí ir a donde mi madre y pedirle un poco de lo que estaba preparando, acto seguido decidí tomar la siesta, al instante de tocar mi cama quede dormido.

 

Todo iba como normalmente es un sueño, una pantalla negra, que duró no más de un segundo, luego apareció su amada, se veía triste y solitaria, creyó que dominaba el sueño, pero era todo lo contrario, no podía cambiar nada de lo que veía; sin querer estaba corriendo hacia ella con todas sus ganas, a llegar con ella la abrazó y la besó, ella reaccionó de una manera negativa, empujándolo y haciéndole pegar con una pared, desperté inmediatamente sobándome la cabeza, y observando el entorno, me di cuenta que no era mi habitación, si no que era la cocina de la casa, mi madre estaba observándome cual bicho raro y no sabía por qué, luego ella me explicó que había escuchado un gran estruendo y por eso había ido a mi habitación, pero no me había encontrado, decidió buscarme por toda la casa y al fin me encontró tirado en el piso de la cocina; al mirar mi reloj de mano, me di cuenta que solo habían pasado treinta minutos desde que me acosté, así que decidí volver a dormir.

 

Nuevamente vio esa transición de pantalla negra, su amada estaba en el mismo sitio de antes, no creía que tuviera tan mala suerte, pero como en su sueño anterior salió corriendo hacia ella, pero esta vez solo la abrazó, al ver su rostro notó que sus ojos estaban totalmente blancos, no lo podía creer, su amada estaba ciega, corrió hacia un poste del corredor donde estaba y empezó a meditar, la única opción que se le vino a la mente fue tomar un cuchillo que oportunamente había aparecido a su lado y enterrárselo en los ojos para así estar igual a su amada, sin pensarlo dos veces fue al lado de ella y empezó, primero con el derecho, acto seguido con el izquierdo, él hizo esto para estar igual que ella. Al despertar sentí en mis manos un líquido que no sabía lo que era, también escuchaba al vecino, mi hermano y mi madre llorar a los gritos (ya los había escuchado hacerlo al morir mi padre), luego de un rato comencé a sentir una molestia en los ojos, me preguntaba, ¿Por qué no los puedo abrir?, de seguro me habrían gastado una broma, ¿pero por qué lloran mis familiares?, después de un rato recapacité, lleve mis manos a mis ojos y note que mis parpados estaban abiertos; mi madre me dijo ¿hijo por qué lo has hecho?, no le quise responder pero pensaba, “ahora solo podre pensar en ella”.

 

Escrito por Lucas Hernández Palacio

 

Margaritas

 

Para mi sorpresa la mañana no era fría, el café de las cinco de la mañana estaba en su punto, las cuentas ya estaban pagadas y yo empezaba a sentir más cerca la añoranza de que la rutina estuviera de vuelta, esa rutina que la humanidad detesta, pero quizás ese era la única salvación entre una costumbre muerta y la soledad finita a la que cada mortal estaba condenado; por un momento pensé que todo era normal de nuevo, así que me atreví a ir a los campos de la ciudad, estábamos en plena primavera, decidí quedarme en un prado lleno de margaritas , hasta el día de hoy no he  encontrado peor expresión de masoquismo que esa , porque querida, en ese momento la primavera...nuestra primavera se tornó con gusto a invierno.

 

Solo me senté, dejando que el pasto acariciara mis manos con una ternura mucho mayor que la que desde hace unos meses recibía por parte de las personas, fije mi vista en una margarita, pensé que en sus pétalos blancos estaban ocultas todas las sonrisas del mundo, y que en su centro amarillo se encontraban todos los amaneceres que ha sufrido la tierra, todos los amaneceres que he sufrido contigo, toda nuestra vida juntos. Me imaginé que tú eras una margarita, que yo era otra margarita y que formábamos la primavera, después recordé tu funeral y todos los ramos de margaritas que adornaban la sala, pues era tu flor favorita, recordé igualmente que cuando fuimos novios jamás pude costearte ramos tan grandes. Cerré los ojos no sé si para amortiguar las lágrimas, el dolor, o para caer dormido y dejar de pensar; pero cuando los abrí las margaritas se marchitaron, y en el prado nacían rosas, rosas que me perforaban las venas y grite como loco, no por dolor, pues ya estaba acostumbrado sentirlo, grite por desesperación, porque se estaban llevando mis margaritas, mi primavera, te estaban arrancando de mi otra vez y yo no quería vivir sin ti, sin mi margarita, sin mi estación favorita.

 

Ya pasó un año desde eso, no sé cómo termine en el hospital, pero hoy la mañana si está fría, no me dejaron tomar café y no puedo ver la primavera ni las margaritas, les pregunté a las enfermeras que ¿por qué?, solo me dijeron que tenían miedo de que las rosas me volvieran a apuñalar.

María José Zuluaga 9°2

 

 

Perfectos errores:

 

Las rocas, testigos de tiempos pasados

Recolectan momentos lejanos

Que entretejen nuestra historia

Con momentos de tristeza y gloria,

Bases fundamentales, de construcciones  piramidales

Que enmarcan los errores

Que destruyeron civilizaciones.

Y que tire la primera piedra aquel que no tenga pecado

Para castigarse a si mismo

Según como su mente lo haya dictado

Culminando allí sus incorrectas decisiones

Para llenar su tumba con infinitas soluciones

Juan Guillermo Machado 9°-1

 

 

Y otra vez quedé perdidamente enamorada de su mirada, en el instante en que lo vi quedé atrapada; yo tan solo era una niña inocente buscando cariño, y él, como siempre, tan comprensivo, tan amable, tan lindo, tan cariñoso… me lo brindó. 

 

El azul de sus ojos son los que me emboban, son un vicio, ¡son tan hermosos!, tan grandes, tan brillantes, tan expresivos. Es toda una fantasía, es el color de lo divino, de lo eterno, son  todo un reflejo, un espejo que nos brinda serenidad, simpatía, armonía, amistad y confianza, en resumen todo lo que siempre buscamos y nunca encontramos. 

Es un ser tan indefenso, sin un camino, sin rumbo, solo esperando que alguien se compadezca de él y le brinde su cariño, lo mejor que pueden hacer por este. Aunque no se noten son tan frágiles, son todos unas bolitas de cristal que poco a poco se van rompiendo.  

Y sin alejarnos mucho de la realidad, es lo que muchas veces nos sucede a nosotros, tan solo somos seres indefensos en un mundo totalmente desconocido, no tenemos un rumbo definido, un camino en donde guiarnos, tan solo vamos en dirección a la corriente esperando que todo lo bueno que soñamos e imaginamos algún día se pueda cumplir.

Valentina Ramírez

 

EL REFLEJO

 

A veces esperamos ver en nuestro reflejo todo lo que hemos construido durante años, y cuando no lo vemos, nos decepcionamos y nos da miedo volver a verlo, a detallarlo; Pero cuando nos tomamos el tiempo de ver el reflejo de las demás cosas, nos damos cuenta que, han estado allí por muchos años, y es cuando sentimos presencia de ello porque el exterior actúa como un espejo para nuestra mente, un espejo donde vemos reflejadas diferentes cualidades, características y aspectos de la propia esencia, desde lo más primitivo, porque eso es el reflejo, una imagen de lo que siempre ha estado allí pero diferente a lo que veremos jamás. 

Sara Restrepo Agudelo

 

LA PUERTA…

 

 

Las puertas no siempre son solo un pedazo de madera o de metal, si lo pensamos bien las podríamos asociar con nosotros mismos.
En nuestra sociedad se encuentran diferentes tipos de puertas; está la puerta “segura” la cual siempre ves con miles de cerraduras y candados, en pocas palabras prefieren estar resguardados y confiados del aislamiento propio.  Está la puerta que solo tiene la seguridad necesaria para protegerse y evitar un daño ya sea grave o leve.  Y por último está la puerta que “no tiene nada” Permite que cualquiera pueda entrar confiando en que no se les hará ningún daño y en muchos casos, ajenos a las consecuencias que podría traer esto.

 

Cuando tenemos dificultades en la vida nos da ganas de cerrar la puerta y tirar la llave a la basura o a cualquier parte con tal de no verla jamás, de mantenerla cerrada y nunca abrirla; sin embargo, a veces es solo cuestión de tiempo para que aparezcan las personas acertadas para hacernos cambiar de opinión, de guardar la llave y hasta llegar a tomar la decisión de darles una copia permanente de la llave de nuestra cerradura.


Muchas veces criticamos, pero pocas veces nos hemos dado la tarea de tratar de entender ¿por qué somos así?, ¿qué pudo haber pasado para ser tan reservados o desconfiados? o ¿qué nos llevó a confiar en la gente que nos rodea? La mayoría de veces se debe a acontecimientos del pasado, cosas que nos han hecho amigos, familiares o incluso nosotros mismos.

Yo me tomé el tiempo de sentarme y pensar ¿Qué tipo de puerta soy? ¿Seré capaz de entregarle la copia a alguien para que la cuide y la mantenga ojalá para siempre?, Te invito a que te hagas estas mismas preguntas y te cuestiones ¿Cuál es el tipo de puerta que quiero llevar por el resto de mi vida?

Yeni Grisales

 

 


AJUSTADO

 

 

Este es el lugar de donde todos tienen llaves, seguro porque han sido los duplicados de alguien que dejó abierto para que solo pasara lo que pensaba y resultó mal. Cuando algo pasa es bienvenido pero cuando se va ¿Cómo se cierra? queda siempre abierto. Así es el corazón que abrió la puerta a las personas equivocadas y cerró dejando afuera lo que era antes y lo que quería ser, se le olvidó que podía estar ajustado para tomar decisiones.

 

Colección gris -Melany Peláez

La Ventana del Tiempo

 

 

Una imagen simple, que muchos la aprecian desde diferentes perspectivas; cada una válida, pues todos vemos las cosas y la vida a nuestra única manera.

Una ventana o postigo no muy grande, tampoco muy lujoso o colorido. Más bien deteriorado por los años y los climas. A través de ella puedes contemplar la naturaleza viva, como un árbol y sus raíces que sobresalen, el pasto que lo rodea, algunas rocas un poco grandes y maleza.

La ventana me sugiere un pasado que ha dejado un crudo legado de batalla, cotidianidad, olvido, abandono, recuerdos de historias que dejan una cicatriz en nuestra memoria.

 

El paisaje refleja, para mí, el futuro. Una tranquila y esperanzadora historia que pronto podremos contar con ansias y placer.

Ana María Gutiérrez Corrales -Grado: 9°2

Por: Sebastián Valencia Zapata (Colaboración de Camila Villada)
Por: Sebastián Valencia Zapata (Colaboración de Camila Villada)

¡Cómo iluminas!

 

¡Cómo iluminas! Incluso más que el sol

Porque al sentirte… Aquel miedo parece fugaz;

Fugaz y tan lejano como los demonios que me persiguen;

Pero cuando tú irradias, nada de eso existe,

¡Solo tú y yo!

 

Tu cabello tan liso y radiante me hipnotiza,

¡¿Para qué un psicólogo ahora?!

Ahora cuando apaciguas mis tinieblas,

Las tinieblas de este mágico lugar que la verdad no comprendo

                                                                                                                        Porque aunque me encandile el sol,

 ¡Solo brillas tú corazón!

  ¡Solo brillas tú!

 

Escritura en el aula

Revista digital de microrrelatos

Proporcionar espacios para ficcionar en el aula, es uno de los retos del área de Lengua Castellana, por eso hacemos de cada acontecimiento una excusa para escribir y de cada tema, un pretexto. Aquí podremos disfrutar de algunas producciones escritas que nos brindan un motivo más para decir ¡si se puede"

 

Esta actividad toma los distintos significantes que tiene nuestra lengua en el habla popular, que es la manera en la que nos comunicamos, para hacer microrrelatos que nos sorprenderán:

 

 

1. Nos alejábamos, nos íbamos de aquel lugar donde vivimos tan rara pero tan fantástica aventura, acontecimiento, suceso, episodio, evento, ocurrencia, hecho, hazaña, historia, experiencia, incidente, viaje, eventualidad... y al volver la vista atrás, sólo hemos de recordar tan maravilloso tiempo el que pasamos allá...

Santiago Correa

Santiago Pulgarin

 

2. Cuando lo conocí, no era nadie, pero con el tiempo se convirtió en mi amigo, mi parcero, mi llave, mi “bro”,mi socio, mi “bffo”, mi hermano, mi camarada, mi compa, mi cuate, mi compinche, mi ñero, él era el mugre y yo la uña, él era el pan y yo la mantequilla, hasta que ella llegó y nos cambió, nos volvimos adversarios, enemigos, némesis, antónimos, polos opuestos, el agua y el aceite.

Felipe Hincapié M

Carlos Eduardo

3. Entonces lucifer dijo a Dios: mis condolencias por la pérdida de tu hijo “Padre y “creador” “omnipotente”,

— ¡muchas gracias!, “Satanás” príncipe de las tinieblas, mi hijo fue asesinado por la especie más estúpida e imbécil de todo el universo, no entiendo como alguien mataría un alma tan dulce y tierna.

—El pueblo creado por ti mismo se vendió al mal como una “ramera”, ”Golfa”.

 

Y así fue como satanás habló con Dios sobre el germen humano. Al final los dos dijeron “Puta” humanidad 

Samuel Jaramillo

 

TU MAL HUMOR

 

Era tarde, mi puño traspasaba el cristal rompiéndolo en mil pedazos delante de mí, y mi mente quebrantándose en sollozos de agonía y cargada de emociones negativas que habían alimentado aquel impulso. 

En mis dedos corría una delgada línea de color rojo que me hizo reaccionar y darme cuenta de que con mis acciones había cometido un error y como consecuencia

 

Te enojaste, molestaste, enfureciste, encrespaste,  enfadaste; te enfurruscaste…

 

Fue tanto lo que hice que te irritó, encabronó,  emberracó; te disgustó, exaltó, rambotizó. Sé que estás enervado, encolerado, indigno y tan exasperado que no lo puedo remediar.

 

Jessenia Molina,

Mavely Romero.

Título: bobo remix

 

No llores por un: bobo, imbécil, idiota, ridículo, estúpido, taparo, zopenco, zoquete, chimpandolfo, cavernícola, chambón, tonto, bruto, bribón, granuja. Si él te deja sola, yo te; robo, rapto, como, goleo, mecateo, meriendo, cojo, secuestro, extravío, arrebato, hago mía…

 David Vallejo,

Juan Pablo Galindo.

 

Título: la felicidad

 

Caminaba despacio, tomándome mi tiempo, cuando lo vi, lucía jubiloso, contento, alegre, con el más evidente entusiasmo, agraciado, enérgico, gozoso, una sonrisa surcaba su rostro, parecía el más feliz habitante de la tierra, su felicidad inspiraba, contagiaba, incluso provocaba envidia.

 

Verle era un gusto, un placer, deleite, dicha, agrado, diversión, entretenimiento, causaba en mí la más grande satisfacción, estaba embobada, encantada, embelesada, bastante cerca a la fascinación, de repente me sorprendí a mí misma afirmando que daría todo lo que tengo para que esa alegría no se esfumara y siempre permaneciera reflejada en su rostro, incluso me atrevo a jurar que mataría o moriría para que nada nunca le hiciera daño, aun si eso significa que debo hacerme a un lado. 

Sebastian Molina Patiño,

Alejandra García Isaza

 

 Un alma manchada

 

Quitar la vida, lograr una meta, asesinar, ejecutar, ahorcar, decapitar o terminar, extinguir, molestar y fastidiar, desaparecer en las sombras, olvidar con el viento, pero luego calmarse y saciarse por la venganza, el desquite, el ajuste y la revancha, que no es más que un simple rencor, un odio y resentimiento, un aborrecimiento, una fobia que destroza el alma del vengador. 

Alison Chalá

 

Un joven opacado de ruido, fragor y jaleo, decidió hacer realidad su mayor sueño, sobre un lugar ideal. Un territorio, nación, provincia o simplemente un hogar cubierto de paz, tranquilidad y libertad en donde pudiera seguir escribiendo, redactando, copiando, componiendo y expresando tan maravillosos textos e historias que a lo largo del tiempo serían dejadas en aquel lugar.

Daniel Amaya

 

Describiendo una veladora

Dicen que describir es pintar con palabras; bonita definición para denominar el arte de dibujar con palabras una persona, un paisaje, una circunstancia o un objeto tan cotidiano como una veladora que por lo general la tomamos cuando y para lo que la necesitamos sin profundizar en sus detalles. 

Los estudiantes de noveno grado, la cogieron, la observaron, la analizaron, la encendieron y plasmaron en una hoja sus detalles, sus emociones, sus metáforas.

 

Disfrutemos alguna de esas composiciones:

 

SIN TÍTULO.

 

La observo. Es una vela manchada, manchada de esperma, y de sucios negros. Tiene un pabilo un tanto largo, pero caído, como con dolor. Es muy pequeña y está cansada, tiene marcas y etiquetas azules y amarillas, y está envuelta en un plástico rojo, como ella, como su pasión.

 

¡Se prende! El pabilo da luz, pero sigue un poco decaído. Da todo el fuego, pero está ladeado, no derecho. Este no está quemado hasta abajo, tiene una raíz blanca como nieve, pero que sabe lo que le espera.

El fuego derrite la vela, se la come, la suaviza. Al expandirse la esperma por la superficie, unos de sus rasguños se desvanecen. Todas las manchas, huecos, heridas, no se alcanzan a borrar cuando se derrite la esperma. Tal vez porque están alejados de la llama, de ese fuego candente; tal vez porque lo ya derretido creó su propio hueco, y no es egoísmo, es miedo de salir.

El fuego se hace más grande después de todo. La esperma derretida está haciendo su hueco. Ahora se ve más profundo, pero nada que se expande. Miedo del mundo, miedo de ese allá.

 

La llama es un tanto azul en la raíz del pabilo, en esa raíz blanca, pero el amarillo reina. Roja solo es ella, nada más. También la veo como si tuviera un hueco transparente en la mitad, entre ese azul y ese amarillo, lleno de nada. La verdad, no veo naranjado por ningún lado.

Una llama en un pabilo torcido, pero que es capaz de quemar el mundo, vencer la vida. Una llama que se levanta aunque este asegurando su propia destrucción, su propia muerte.

 

Ya empezó a quemarse el pabilo, su punta alumbra de un color que sabe ardiente y luego…se pone blanco, y se va en cenizas.

Los bordes están blandos, sensibles, sentimentales, se están yendo y convirtiéndose en algo más líquido, más moldeable, como un beso.

Entonces pienso que todos estamos llenos de tristezas que nos reprimen, pero nos prendemos, nos respondemos, nos encontramos, nos pintamos, nos emocionamos. Aunque nuestro destino sea morir, creemos que somos invencibles, y lo podemos ser.

 

La llama crece hasta lo más alto, luego se tranquiliza, se llena de paz y merma su tamaño, se va terminando. El hueco a veces quiere explotar, a veces quiere salir. Una puntica del pabilo se salió, como todos los caminos que tomamos en la vida. 

Natalia Bedoya

2.

 

Aquella vela verde, fea y desgastada, con sólo un plástico de color verde oscuro que la rodea y una Mecha despeinada, lleva consigo una hermosa llama danzante, a ésta le encanta jugar con el viento, incluso diría que está enamorada, cuando lo ve, tiembla y se vuelve tímida, no es la misma llama imponente que vemos, se debilita. Un día el viento se le ha acercado y le ha dicho: -- oye llama, ¿te gustaría que nos encontráramos un día? no sé, para que nos conozcamos mejor- 

A lo que la llama respondió -¡Sí claro! Me parece bien, podría ser mañana- 

El viento respondió: -si, mañana vengo-, y así pasó la llama todo el día pensativa y al llegar la noche se emocionó ya que el viento había llegado,  empezaron a conversar, la llama empezó a perder la timidez y ahora relucía más, ya, al terminar su plática, se despidió con un hermoso beso que la llevó a la muerte.

 

Moraleja: unos fuman otros toman y otros aman cada quien se mata a su forma

Anthony Quintero

3.

 

Veo frente a mí una vela no muy alta, con una cubierta de plástico rojo oscuro, posee un leve olor a cera, es de un color entre rojo y vinotinto, está desgastada, tiene un agujero en su superficie por ser usada tantas veces, su mecha es negra por todo el fuego que durante su vida la ha consumido, frente a su cubierta plástica se muestra una imagen  de la virgen tratando de explicar que su destino está encaminado a servir a la iglesia, bajo sus faldas está adherida una etiqueta  para darle un nombre en el mundo, posee una llama leve pero vívida, que es su alma y corazón que se ciernen sobre su cabeza y que puede ser tan fugaces como una brizna de viento, bajo el fuego consumidor prevalece un charco de cera roja como la sangre de los caídos, hierve como lava ardiente y quema como una traición y aunque su vida es corta su fuego es eterno.   

Juan Manuel Piedrahíta

 

Teje que teje, esa es la vida, un ovillo...

 

¿Qué sientes cuando un corazón real está frente a ti en un ovillo de hilos? ¿Qué reflexión te genera textos leídos a varias voces sobre la vida? Ese sentimiento lo expresaron los estudiantes en una hoja en blanco que quedó marcada con sus palabras.

Teje que teje

 

En una noche así, como todas, resultó igual, un poco triste, un poco rota, y es que me acuerdo de todas las decisiones que he tomado y me convierte algo nostálgica, no el hecho de haber decidido mal, por el contrario, creo que lo hice bastante bien, sino… porque algunos son momentos de felicidad robados que nunca volverán.

La vida la podemos definir como una colcha, que tejemos y tejemos con cada decisión tomada, sea buena o no tanto… pero eso sí, llega el momento que volteas a mirar tu colcha y cada insignificante parte se ve representada y a veces te rompe el corazón o te lo alegra, pero, eso es vivir.

María Camila Villada 10°

 

La Vida es un carretel de hilo

 

Tejo un poco cada día, unos días más, otros días menos, tejo con colores mi vida, pues nadie teje por mí, ni quiero que lo hagan, tejo y tiro del carretel de hilo, como tiro de la vida para que ese carretel ruede, pongo texturas, colores, otros tonos, cambio de punto; como en la vida voy cambiando, en mi proceso estoy aprendiendo  a tejer, y si me equivoco, intentaré cambiar de color o de punto, pero no pararé, pues lo importante es tejer, lo importante es vivir, llevar al máximo tus emociones, no te plantees como quedará, pues como la vida es imperfecta y tejiendo me voy durmiendo, para mañana seguir tejiendo.

La vida es la colcha que nosotros mismos vamos tejiendo en el pasar de nuestros días, la colcha que elegimos como cofre para guardar todas las experiencias que vamos viviendo es nuestra vida, soy muy joven para apresurarme a decir que he tomado decisiones que no han sido correctas pero si puede decir que ha habido algunas que después de tomarlas y llevarlas a cabo me he sentado a pensar y cuestionar tal decisión.

 

Manuela Loaiza Coabas 10°

 

Teje que teje… eso es la vida, un ovillo...

 

Yo, un ser pensante que tiene vida, un corazón palpitante que bombea sangre por todo mi cuerpo; la vida es como una conexión de varias cosas: un ovillo, donde se encuentra lo bueno y lo malo, una red en lo que se mezcla todo: recuerdos, pensamientos, sentimientos, ilusiones, odio, rencor, etc. Lo que nos constituye, lo que nos forma, lo que nos hace humanos.

 

Juan Manuel Cárdenas Vélez 10°

 

Diferentes Colores

 

Los hay azules fríos

Amarillos alegres

Entusiastas verdes

Y apasionados rojos.

 

Cada uno con ilusiones

Sueños, luchas y canciones,

Todos estos corazones,

Atormentados con grises tribulaciones.

 

En el gran vacío

En medio del silencio esperan,

Buscando un sonido

Que pueda cortar los hilos

Que en tantos líos los han metido.

 

Sin embargo,

También los hay negros,

Duros, impenetrables,

No hay en ellos misericordia entrañable

Sólo el resultado del olvido.

  

Pablo Cifuentes Barrera 9°2.

 

¿Mamá?

 

¿Es algo malo?

Lo siento, mamá, no veo el error. Así estoy bien, ¿o no?

Me encierro, no hablo, no miro, no escucho, no río, no lloro, no siento, no soy nada... no soy nadie.

Este es el mundo donde vivimos, las mentiras se respiran por todos los lugares. ¿Realidad? No es necesaria ahora, ya me acostumbré. No quiero bajar de mi nube, las traiciones la hacen llegar hasta el cielo, las desilusiones le dan olor a flores y los llantos me ayudan a ocultarme de los hombres malos.  

 

Mamá,

¿por qué me miras con decepción?

Mamá,

no llores...

Mamá,

soy feliz.

Oye mamá,

¿por qué sonríes ahora?      

 

Oh, ya lo entiendo. Me creíste. ¿Ves? Las máscaras son buenas, la gente es perversa y los niños juegan... siempre ha sido así y no cambiará. Lentamente todos nos consumimos con engaños, es algo de la naturaleza humana. Mi corazón ya está hundido, ya aprendí a tragarme mis problemas, ya no me importan los engaños, ya soy “inmortal”.

 

Algún día estaré tan agobiada que todo esto me matará y lo sé... Pero no me importa. Disfrutaré el dolor, mamá. Si tan solo hubiera reversa en serio arreglaría todos mis errores... Pero bah, en este momento solo me queda vivir el presente, ¿está bien, mamita?

Sofía Sánchez 9°

 

¿Cómo representarías un concepto o ayudarías a un nuevo planeta a realizar su diccionario?

 

Apropiarse de un concepto no es fácil, con mucha frecuencia nos acercamos a su definición o significado denotativo, obviando la riqueza semántica que las palabras nos traen, por eso, en clase "representamos" ese concepto de una manera creativa, apropiada, pero sobre todo, comprensiva. Así mismo, se le ayudó a los "saturnianos" a crear su diccionario, dándoles una nueva definición a las cosas.  Aquí tenemos algunas instantáneas del trabajo, que por cierto, logra sobrepasar cualquier expectativa, cuando se reta a la imaginación:

 

¿Le has escrito una carta a tu cuerpo?

Brayan Posada, de undécimo uno, lo hizo

 

CARTA A MI CUERPO

Querido cuerpo, cuerpo bandolero…

 

Que extraño es volver a saludarte, es como si fueras un viejo amigo al que hace tiempos no visito. Y que rápido pasa el tiempo ¿no te parece? La vida pasa tan deprisa que me falta tiempo para estar contigo y observar cómo vamos creciendo juntos y los cambios que van trascurriendo en el pasar de los años.

Apenas nacía y fuiste tomando forma ayudándome a dar los primeros pasos de mi vida con tus pequeñas, gorditas y débiles piernas que apenas podían sostenerse por unos cuantos minutos. Has sido mi soporte y el responsable de cada movimiento; te has convertidos en ese confidente fiel guardando silencio y solo dejándote guiar por mi mente… mente que a veces olvida  que tú eres el que la sostiene. Tú has sido testigo de todos mis secretos y en testimonio contra mí mismo llevas impregnado en tu piel todas las cicatrices de mis desventuras y  locuras del ayer,  pero también de felicidad.

 

Como no agradecerte si todos los golpes de la vida y en lo que hemos tenido que sufrir, tú has sido el que ha recibido el primer impacto, incluso, sientes cuando un quebranto del alma recorre tu piel con una larga y amarga humedad de una lágrima, aunque a veces también ha sido de felicidad.

He percibido cuando llamas a gritos para que te escuche pues te sobre saturo, lleno de trabajo y no te considero, realmente me olvido que si no te cuido te perderé y que, quiéralo o no, te vas desgastando poco a poco y te voy acelerando ese proceso con mis abusos; pero también he sentido el placer y la alegría que sientes cuando te cuido y disfruto de cada momento sin preocupaciones y sin el desorden que a veces mantengo, o mejor aún, de cuando sientes la proximidad del calor de otro cuerpo que te abraza.

No ha sido fácil ni difícil llegar hasta aquí y lo sabemos, por eso doy gracias a Dios por ti.  No obstante, lo importante es que hemos estado juntos y que hemos aprendido a levantarnos en la dificultad y a disfrutar en la alegría… se ha aprendido a que es bueno ir por la vida haciendo amigos más que no todos serán realmente amigos.  

 

Querido cuerpo, solo me resta darte gracias por nuestra vida que ha sido hermosa y deseo que Dios sea estando siempre con nosotros y nos siga bendiciendo, como hasta ahora, pues él es la fuente de nuestra felicidad… sabes, aún hay mucho por vivir y lo disfrutaremos a cada momento, de modo que al final del camino cuando tus fuerzas se agoten con las arrugas del tiempo y se sienta que el telón de la vida se está bajando para acabar la función, sintamos que hemos recorrido un feliz camino y nos reiremos juntos sentados en nuestro sillón con una gran taza de café, que con su aroma penetra nuestro sentido del olfato, recordando cada momento del pasado y sabiendo, paradójicamente, que vivimos esta vida de tal modo que cuando nacimos llorábamos y todos alrededor sonreían pero que al momento del fin de la función nosotros reímos y todos alrededor lloran. 

 

 

CARTA A MI CUERPO

 

¿Por qué cuando te miro no hay una satisfacción del 100%, creo que todo esto se debe a que como muchos aquí, hemos sido criados bajo estrictas normas regidas por una sociedad basada en el consumismo, llena de superficialidad y discriminación al no cumplir sus estereotipos.

 

Hoy te escribo por primera vez, a pesar de no valorarte lo suficiente la mayoría del tiempo, a pesar de esto he aprendido poco a poco a conocerte y a quererte, cada vez que me lastimo o me sucede algo, tu estas ahí para soportarlo todo, algunas cosas graves y otras no tanto pero yo con mi súper capacidad de llorar por absolutamente todo hago parecer que lo sean. Me doy cuenta día a día que eres fuerte y valiente, tienes una gran capacidad para hacerme callar muchas cosas que sé que a los demás puede lastimar, aunque como todos ya sabemos no eres perfecto y te descachas a cada rato y no nos ponemos de acuerdo a la hora de reaccionar y nos volvemos un POQUITO imprudentes, hablando de eso… emm lo hablaremos más tarde porque ese tipo de cosas está afectando a los demás, e incluso a nosotros mismos.

 

Más que recordar todo aquello que hemos vivido, callado y soportado, quiero agradecerte principalmente por aguantar mi rechazo hacia ti, quisiera que esto nunca sucediera, pero sabes que es bastante difícil, pero prometo intentar no hacer, bueno, si eso sirve de algo, también por acompañarme todo el tiempo, aunque pensándolo bien, no serias nada sin mí y yo nada sin ti, podría decirse que somos esa combinación perfecta e infinitamente imperfecta, además por hacerme sentir y experimentar cosas que nunca pensé poder vivir, gracias por brindarme la oportunidad de vivir, por hacerme bastante fuerte e impulsiva, recuerda que a veces esto último no es lo mejor. También que el corazón es parte de ti, de mí, de ambos y hay que controlar tantos impulsos para evitar sufrimientos y esas cosas.

Sabes que a pesar de todas mis fallas y errores, a diario trato de recompensarte, es más ni te puedes quejar, o bueno, no es que reacciones de mala forma cuando aplico aquellos tratamientos, mascarillas y exfoliantes que tanto amamos.

 

En fin, esto no es una declaración amorosa porque en realidad no puedo decir que el 100% de las veces te amo, eres eso que necesito pero que no siempre quisiera tener conmigo, esto es más una carta en la que por primera vez nos comunicamos…. Lo sé han pasado 16 años y nunca habíamos tenido el tiempo para entablar esta comunicación en la que tú mismo me estas ayudando.

Espero que esta no sea la última vez en la que lo hagamos, recuerda que esto es un proceso y dentro de unos años nos encontraremos de nuevo para hablar en una sala de espera para…. Bueno, tu y yo sabemos para qué y eso es lo más importante, en ese momento, ya no habrá marcha atrás, pero mírale el lado bueno, seremos ambos más felices y estaremos totalmente satisfechos, seremos unas divas, aunque también estoy más que segura que correremos ciertos riesgos, pero bueno, eso es la vida, de atreverse a cambiar, a mejorar, A CORRER ESOS RIESGOS, y si no lo hacemos en ese momento, ¿entonces cuando?, sabemos que será maravilloso y... sí, caímos en el consumismo, en lo que los medios quieren, pero ya que, es nuestra felicidad y estoy segura que sólo depende de nosotras.

 

TE QUIERO.

 

PD: gracias por no aguantar ni una gota de alcohol, por ser mega flojo con respecto a eso y hacerme vomitar hasta hacerme sentir la garganta mega seca, esto lo hablamos pronto, y trabajaremos en ello.

 

Estefanía Correa F.

 

Once uno

 

Carta a mi cuerpo 

 

Hoy por primera vez en toda mi vida te escribo a ti, cuerpo mío, cuerpo de otros, cuerpo sagrado y a veces ordinario, que para los placeres más álgidos he utilizado, que para relajarme o agobiarme me has servido, tan fiel como el caballo de un jinete, y tan ostentoso como pavo real en apareamiento. ¡Oh cuerpo mío!, tanto te he odiado en el pasado por no ser lo que quería, pero que ahora te utilizo para placeres narcisistas, que en la desnudez te admiro aunque no tengas el vigor de un caballero de capa carmesí, ni la simetría de la bella esfera, así te adoro yo, con la imperfección, con los granos, con el sudor, con la cera, con el mugre de las uñas y demás cosas que a los demás les hastía escuchar, pero que yo siempre, siempre aceptaré de ti. Bendito sea el hombre que soporta la tentación, pues tras ser probado recibirá la corona de la vida, dice la epístola de Santiago, pero dime, ¿la verdadera corona de la vida se encuentra en la rectitud?, pues cuerpo mío, tras probar el néctar de ambrosía, el éter de la vida se encuentra no en la represión, sino en el goce de los placeres que trae la vida, eso sí, no permitiré que entres nunca en frenesí, te controlaré, te aseguraré, te mantendré sano. ¡Señor!, fuego divino, ten piedad de este pobre joven que tiene una gran misión por delante.

 

A veces te odio por las telas que te cubren, ya que no me dejan ver la luz que empañas, éstas telas a veces me hacen inseguro, a veces me hacen sentir mal, por eso necesito verte de forma impoluta, desnuda, frente al espejo me miro y no siento sino tranquilidad, necesito tocarte para así recargarme de la seguridad que necesito para mantenerme sano. No se necesita de la perspicacia de Holmes para dar cuenta cuenta de lo ególatra y soberbio que soy, pero no me interesa que pueda pensar el interlocutor, cuerpo mío, no te apenes porque aquí te idolatre, pues hay que tener valentía, espero que como yo entiendas lo importante que eres.

Elian Kaled Gómez

11-1

 

Cuento

 

Ya en las puertas de la ciudad, pude pensar con mayor calma mis actos, había una banca cerca, me senté en ella y medité sobre lo que había vivido. No recuerdo con claridad que había hecho mal, si me había arrollado un coche, o que había pasado con mi cuerpo aún adolorido. algo se sienta a mi lado no se da cuenta de que estoy junto a él, cuando pongo mi vista en frente veo una persona inclinándose hacia mí posándose sobre este bella anatomía, enfurezco y lo golpeo, cuando lo veo, observo toda su corporalidad hecho puré, su compañero, asustado sale de inmediato del lugar gritando y en pánico, todos miran la banca, y hacen lo mismo que nuestro cobarde amigo, me siento mal por lo que hice, pero no puedo perder de vista mi objetivo, asesinar a Colbin. 

 

Me levanto tranquilamente y camino rodeando a los de criminalística, no sabían lo que había pasado, ni un rastro de artefactos explosivos, ¡nada! Sonrío de camino a mi antigua empresa, por fin haré justicia a causa de lo que me hizo; cuando por fin llego, había mucha gente, fuera y dentro del edificio, algo muy inusual, de vez en cuando iba la familia del jefe y pensábamos que había personas pero ahora es muy diferente, no cabe ni una sola persona más, me aprovecho de mi estado y consigo entrar, una enorme tarima, cientos de cámaras y un obeso estaban protagonizando el evento, todos los presentes eufóricos por ver a ese “héroe” - ¡ALTO!- dije en voz baja, -pero si este tipo fue el que me asesino, ¿por qué las personas lo adulaban?- cuando diviso los carteles noto que Colbin había formado una farsa, decía que me había salvado del suicidio, -Ja, Ja, Ja- suelto una carcajada pero nadie la escucha. Quiero acabar con esto, me dirijo al escenario y lo golpeo en el rostro, cierro los ojos con fuerza para mayor satisfacción, pero no siento que mi mano se detenga, abro mis ojos rápidamente y veo todo mi brazo atravesando su cabeza, había sucedido de nuevo. en cada momento importante no sabía controlarlo, gracias a mi impulso caí de cara, se sacudieron un par de cosas, pero todos estaban pendientes del farsante, me levanto y vuelvo a la multitud, ya cansado de escuchar tantas mentiras, decido recostarme en el hombro de la persona que está mi lado, lo que no sabía era que iba a reencarnarla. Me desmayo y todos me prestan atención, llaman paramédicos y demás; logro ponerme de pie de nuevo y noto que todos están a mi lado Colbin sale entre la multitud y actúa como si me conociera, me sostiene y me saca del edificio, una vez más había sido tratado como escoria y mi ira aumentó.

 

Ahora ¿qué hago si ya me conoce?, arruine el factor sorpresa, solo queda ganarme su confianza así que decido postularme a mi antiguo puesto como como era de esperar lo conseguí, ya que no es muy difícil que digamos. Me reencuentro con mis antiguos compañeros de trabajo y noto a todos tristes, ¿desde cuándo soy importante para ellos? Era sorprendente, sí tenía amigos, ahora me siento mal, como los pude dejar. Sacudí la cabeza y me enfoqué en lo que debía hacer. Estuve espiando a mi jefe durante mucho tiempo, supe a qué horas se levanta y salía en su camioneta, lo sé todo sobre él, pero aún no tengo un plan para acabarlo, no me decido por lo que voy a hacer, mi mente todo el día genera nuevas maneras de acabar con esa cosa: cuchillos, hachas, mis manos, todo lo imaginable ya lo he previsto, y eso solo es una pequeña muestra de lo que mi magnifica mente planeó. 

Llegó por fin ese día tan anhelado, me voy a desquitar con ese adefesio que pagaría por todo lo que me hizo y va a sufriría como yo, nada puede fallar; este cuerpo es el telón de entrada que necesitaba para comenzar mi obra y mi nueva familia mi reparto. Comienzo a seguir mi guion haciendo ciertas pausas para no dar sospecha. Mi familia actual me desagrada, un mocoso y un horrible esposo, pero eso no es lo peor, lo peor es cuando hago contacto con sus ásperos labios, con solo pensarlo me dan ganas del suicidio, me acerco a la cocina y saco el primer cuchillo que veo, que oportuno, el cuchillo deshuesador, mi favorito para este tipo de situaciones, lo clavo profundamente en mi estómago, caigo y me desangro hasta morir. 

 

¿Qué pasa? ¿Estoy en infierno o solo son las luces traseras del carro que tengo enfrente? –tal vez tú, pequeña persona enferma que lees este libro pensó que en algún momento me suicidaría solo por un beso, ¡VAYA! Debo decirte que no has aprendido nada de la basura que te he metido en ese inútil cerebro, hasta mi perro sabe que no moriré hasta matar ese maldito Colbin. Después de arremeter contra esa bella Hummer blanca, me bajo como buen ciudadano y disculpo, evito a toda costa que llame el tránsito y le doy su buena propina. Ambos seguimos en la misma dirección -¿Por qué será?-, hasta llegar a la subida de una enorme montaña. Las vías estaban mal hechas ni barandales tenían, es ahora o nunca, golpeo sutilmente la parte de atrás de la Hummer y esta pierde el control.

–maneja mejor un simio, pero sigamos-, expreso mientras mi esposo e hijo, estaban dormidos por el fatigante viaje así que de momento no me tengo que preocupar de ellos; veo como el conductor intenta estabilizar la camioneta pero no se lo permito, vuelvo a chocar contra ellos provocando un pequeño accidente, -en este momento he hablado con mi amigo Lucas y quiere describir el hecho con sus palabras- Carro azul vs Carro blanco, ¿Quién ganará? El carrito azul toca el blanco y este ¡PUM! da vuelticas como un trompo y se tira por el tobogán -verdaderamente estúpido, ¿no?-.

Cuando bajo ese enorme acantilado me doy cuenta de que Colbin no estaba en la camioneta, de algún modo había logrado huir, solo quedaban sus despreciables súbditos que aún seguían conscientes, muevo mi cabeza intentando localizar ese enorme jabalí pero no visualizo nada, ambos trabajadores señalan hacia el bosque, -todo va como lo había planeado- miro los frondosos árboles y luego vuelvo a ellos; con ayuda de la puerta logro separar el brazo del cuerpo de uno, -es un buen aperitivo para el camino-, subo de nuevo al auto y lo conduzco hasta la cabaña, allí hago bajar a mis cómplices y los acomodo en la mesa, me pongo mi vestimenta de mucama y comienzo a hacer la comida, toc, toc, toc, golpean la puerta, mi marido abre, un gran frío entra por allí, aunque también un enorme señor, alto, gordo, calvo, aún más gordo, blanco y obeso, -oh, mi querido Colbin pero si te estaba esperando, ¿por qué tardaste tanto a tu muerte?-

 

Lucas Hernández 10°

Inconsciencia

 

Era una tarde soleada, me encontraba en mi habitación luego de un largo día de clases, pensando en aquel suceso que había ocurrido dicho día, pensaba en como una rabia podía dominar todo mi cuerpo y podía someterme hacer cosas tan inesperadas como las que ocurrieron; no cabía en mi cabeza que fuera capaz de hacer tremendo caos, el tiempo era corto, sabía que en algún momento entrarían y me llevarían con ellos. No paraba de pensar en la preocupación de mi madre al verme entrar con mi rostro de intranquilidad y desesperación esperándome que respondiera y abriera la puerta de mi cuarto y contarle tan aterrador hecho sucedido este día, así que opte por escuchar aquella voz de ayuda, que en medio de su malestar estaba para escucharme, me levante de mi cama y me dirigí a la puerta para darle paso a mi madre, sentados en la habitación ella muy desesperada me pregunta -¿Qué es lo que pasa?- con lágrimas en mis ojo por ver la angustia de mi madre respondí –cometí el error más grande de mi vida- en aquel instante rompiendo la cerradura de la puerta de mi cuarto llegan dos oficiales de la policía con sus esposas en la mano no dude en pensar ‘’llegaron por mi’’ a lo que ellos me dicen –queda usted arrestado por asesinato-, mi madre sorprendida por las palabras de los oficiales se queda sin palabras y solo ve como salgo esposado en compañía de aquellos uniformados dirigiéndonos hacía su vehículo, en aquel momento con el alma destruida al ver el rostro de mi madre montado en una patrulla policial y con todos mis vecinos murmullando y mirando cómo me llevaban, con la voz quebrantada grite –¡TE AMO MAMÁ!-

 

Aquí empieza mi primera noche de desespero esperando que pasaran las horas para dirigirme a una corte a que un juez dictara mi sentencia. Mientras pasaban las horas no podía dejar de preguntarme – ¿Por qué lo hice? ¿Cómo fui capaz de hacer algo tan grave?- El arrepentimiento se apoderaba de mí y pensaba, como una persona como yo, tan pasiva podría ser capaz de asesinar a una persona, era algo que no podía comprender; pensando la razones por las que tome la decisión de sacar un bisturí y no dudar en clavarlo en el cuello de aquella persona, luego recordé aquella chica por la que cometí este tan terrible hecho, puede ser una justificación sin sentido, pero no podía dejar que le hicieran daño a la mujer por la que estaba loco, aunque era un sentimiento que solo yo sentía y ella no estaba enterada, lo que hizo preguntarme - ¿puedo llegar a importarle a ella? ¿Lo que hice hará que ella me ame como yo la amo a ella?- preguntas como estas eran las que me hacía mientras pasaban las horas y trataba conciliar el sueño y lograr desconectarme de esta pesadilla.

-¡DESPIERTEEEEE!- en un tono de voz alto y agrediéndome con un bolillo es la forma de despertar en las mañanas en este nuevo mundo en el que me encuentro. Me entra la nostalgia y recuerdo todas la mañanas en las que me despertaba mi madre, con un tono de voz bajo, intentan despertarme lo más sensible posible, era demasiado triste para mi recordar todo esto, pero no me quedaba más que resignarme y asumir el error que cometí

Pasado el tiempo ya era la hora de dirigirme al juzgado para escuchar la orden de sentencia del juez, sin ningún argumento en mi defensa no me quedaba más que aceptar los hechos y recibir una rebaja en mi condena.

Llegando a esta corte inmediatamente reconozco el rostro de mi madre en las sillas de atrás, la mujer que siempre está ayudándome hasta en lo que no puede. Pero rápidamente me percato de que no está aquella chica por la que me encuentro en este lugar, todo esto me lleva a pensar que esta locura de amor no tendría ningún sentido, que lo mejor sería olvidar a la mujer por la que estaba loco, aunque esto sería de gran complejidad, ¿Cómo olvidarme de la mujer por la cual estoy metido en una cárcel?, luego de tantos pensamientos, demasiadas preguntas ahora si debía enfocarme en lo que realmente iba a pasar en dicho lugar, el juez tomando la palabra y sin rodeos expone el caso ‘’Un asesinato en una escuela con un arma blanca’’ quién iba a pensar que el joven tranquilo y colaborador estaría sentado delante de un juez por tan espantoso suceso. Finalizando la sentencia el juez fríamente y sin piedad dice -30 años en prisión- resignado por tan elevado tiempo en una cárcel a lo lejos escucho una mujer desesperada que no para de llorar al voltear mi cabeza, descubro que esa dama es mi madre, destrozada y desorientada de porque había hecho tremenda acción al salir de este juzgado trasladándome hacía mi próximo estilo de vida no podía dejar de pensar en el rostro de mi madre, sus lágrimas resbalándose por sus mejillas era lo que más podría afectarme pero debía hacerme responsable de todo; llegando en las horas de la tarde a esta cárcel, acomodándome en una celda con 3 personas más, no me quedaba nada más que descansar, aunque se volvía imposible, pensar que estaré 30 años encerrado, dejando atrás tantas cosas que podía hacer afuera y pensar que todo sucedió por un acto de amor que aquella mujer no sabía lo que yo realmente sentía, me afectaba demasiado pero al fin logre descansar.

Al pasar los días por fin llego el día donde podría ver a mi madre, hablar con la mujer que siempre ha estado para mí, esperándola en las sillas de este penitenciario veo a lo lejos a mi progenitora acompañada de una hermosa mujer, me pregunte - ¿Con quién vendrá mi mamá?- al acercarse un poco más la reconocí, era ella, la mujer por la que sentía de todo, por la que cometí el peor acto de mi vida, era ella, -Hola- con un nudo en la garganta y mi estómago revuelto le dije a esta mujer, ella no dudo en abrazarme y en el momento que sentí el apretón de sus brazos no pude contener mis lágrimas.

Luego de hablar un largo rato con esta mujer en compañía de mi madre, luego de contarle aquel hecho por el cual estaba aquí encerrado se agotaba el tiempo de la visita y era la hora de despedirme, no tenía palabras, no quería que se fueran, pero no podían quedarse allí conmigo, al despedirme de mi madre, abrace aquel amor de mi vida, no dude en decirle – eres la mujer de mi vida- a lo que ella respondió – siempre haz sido el amor de mi vida- sorprendido por aquella respuesta ellas lentamente se retiraban. Tantos sentimientos encontrados en aquel momento, la tristeza de estar en este lugar y la felicidad por la respuesta que esta mujer me dio, desvelado toda la noche pensando en lo que había ocurrido, pasaba mi noche muy feliz.

30 años después.

 

La felicidad desborda en mí, la sonrisa de oreja a oreja es la forma de demostrar este sentimiento al saber que ya dejare este lugar, un lugar lleno de odio y rencor, donde encuentras las peores personas de la ciudad, donde sientes el verdadero valor de las cosas, donde empiezas reconocer los más mínimos que hace una madre. Al fin llegó la hora saliendo de este penitenciario encuentro a mi madre en la salida de este lugar, llorando por la felicidad que sentía al verme salir de allí, pensando en que ya podrá tenerme en casa y que seremos felices como lo éramos antes. Aunque todo no fue así, llegando al barrio que me vio nacer me topé con la madre del hombre que ahora no está en este mundo por culpa mía, por una locura de amor, al encontrarme con esta mujer no dude en ofrecer mis disculpas y reconocer mi error, esta mujer notándose su odio hacia mi ignora mis disculpas y sigue su sendero, en ese instante me sentí la peor persona existente en el mundo, al llegar a mi casa con mucho dolor por aquel hecho y por la culpa que esta mujer me había hecho sentir no dude en agarrar la cuerda y arrebatarme la vida como lo hice con el chico de la escuela.

Tomás Miñan 9°